
Como candidato ahora y, obviamente, como concejal muy pronto, gracias al apoyo de ustedes, me inquieta la gran demora en la adjudicación de los recursos para la licitación o el llamado a propuestas para la construcción de lo que, a mi juicio, constituye la puerta de entrada que se merece Tomé, que se merece la comuna que queremos: La nueva Avenida Costanera, Avenida del Mar o tambien llamado nuevo Eje Latorre.
No cabe dudas que se trata de la obra que le abrirá a nuestra comuna las puertas para el desarrollo que todos buscamos. Deberá ser la entrada hermosa que permitirá atraer a más visitantes. Deberá ser el punto de partida del progreso turístico por el cual hemos luchado durante los últimos años, en el caso mío fundamentalmente a través de mis numerosos artículos en los cuales he hecho ver que la comuna de Tomé, dotada de playas extensas y aún descontaminadas y con maravillosas vistas privilegiadas al océano, no deberá renunciar nunca a mirar la actividad turística como una de sus fortalezas.
Qué hemos dicho. Sencillamente que nuestra comuna requiere de un ambicioso plan de mejoramiento de su infraestructura y de saneamiento, en el cual el Estado deberá desempeñar un papel activo. Es decir, más caminos, calles y pasajes pavimentados, más conbertura de alcantarillado y agua potable, más hermoseamiento y entornos agradables. Para qué. Primero, porque con estos proyectos le brindamos ocupación a mucha gente, cumpliéndose el objetivo de una inversión social, un gasto en las personas, y, segundo, porque preparamos a nuestra comuna como un área de interés turístico, capaz de atraer inversiones inmobiliarias y turísticas.
Me imagino qué ocurriría con la idea del anillo de circunvalación que visualizo desde hace años para Tomé. Una primera etapa sería a partir de la calle pavimentada que va por sobre el túnel, continuar también por un primer tramo de camino pavimentado a Veguillas, bajar por un nuevo tramo de ruta al sector de Collén y, finalmente, empalmar con la vía actual pavimentada Rafael-Tomé. Si observamos, gran parte de este anillo está hecho. Hay que modernizarlo y el esfuerzo mayor estaría en la conexión hacia Collén. Generaríamos un circuito vial que le abriría a Tomé grandes espacios y perspectivas de crecimiento. Nuestro cerro El Santo debería desarrollar otros accesos pavimentados, con sus calles y pasajes también pavimentados, debería crecer en cobertura de alcantarillado y agua potable. El Santo, con su vista maravillosa al mar, y en donde vive mucha gente modesta y de esfuerzo, atraería inversionistas en hoteles y restoranes. Qué implica lo anterior, trabajo para nuestra gente y desarrollo turístico.
La segunda gran etapa del anillo de circunvalación significará construir un nuevo camino desde Collén hacia la parte alta de Cerro Alegre o Loma Alta, continuar por los altos de Bellavista hasta empalmar con la Ruta 150 en el sector de Punta de Parra. Este es, amigos lectores, el Tomé del futuro. En otras palabras, es el verdadero futuro para nuestros hijos y nietos. Como periodista y el haber tenido la suerte de trabajar en un Ministerio tan importante y grande como Obras Públicas, me hace visualizar de esta manera nuestro querido Tomé. He visto el desarrollo de tremendas obras de ingeniería en otras comunas, como aquí muy cerca con el by pass de Penco. Por qué en Tomé no se podrían hacer. Finalmente, en este mismo tema, sigo pensando que deberá seguir estudiándose también la alternativa de la segunda parte del anillo de circunvalación, pero con un camino o vía que nazca desde donde está ubicada la cancha de San Germán o la Bombonera, como le dicen los futbolistas. Desde aquí encumbrarse o subir hasta la parte alta de Cerro Alegre y proseguir con la idea anteriormente descrita hasta Bellavista y Punta de Parra. Obras que le cambiarán la vida y la historia a Tomé. Como lo señalo en mi volante de propaganda: "Por Tomé y Por el Futuro de Nuestra Gente".